¿Qué duelo necesito hacer ahora? ¿qué historia quiero cambiar?

Llevo un buen tiempo resistiendo la idea de "fracaso" relacionada conmigo y con mis relaciones... Cuando digo "un buen tiempo" quiero decir, 19 añitos... Lo escribo y "parece" gracioso, pero no lo es. Cuando tenía 25 años, terminé una relación que ya iba camino del altar. Entonces supe que no sabía cómo hacer esto de […]
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Llevo un buen tiempo resistiendo la idea de "fracaso" relacionada conmigo y con mis relaciones... Cuando digo "un buen tiempo" quiero decir, 19 añitos... Lo escribo y "parece" gracioso, pero no lo es. Cuando tenía 25 años, terminé una relación que ya iba camino del altar. Entonces supe que no sabía cómo hacer esto de "relacionarme amorosamente" y me dispuse a aprender... Y lo hice como creía que debía hacerlo: investigué, leí, estudié... lo tenía todo resuelto en la parte "racional" de mi mente. Y de nada me sirvió porque cometí los mismos errores y otros tantos nuevos en los años siguientes. 

Así que hoy necesito lidiar con el fracaso en el dominio más importante de mi vida: mis relaciones. Cuando veo mi historia, con amorosa curiosidad, me doy cuenta de que todas mis fallas y faltas tienen en común una herida fundamental. No sé cuándo ni cómo (esa será mi indagación durante el taller del 25 y 26 de marzo) yo aprendí que estaba mal "sentir tanto"; que era más seguro "pensar y tener buenas razones". Esta es mi herida fundamental: la separación de mi ser emocional de mi ser racional, con rótulos de "malo" y "bueno" respectivamente. 

Y ¿por qué debo hacer este duelo ahora? Porque no quiero repetir los mismos errores, porque me duele sentirme dividida, porque anhelo mi Integridad y Completitud. Porque esta ruptura me ha causado mucho dolor y también he causado mucho dolor a otros. Porque soy esencialmente emocional y negar mis emociones me cuesta mucha energía. Porque creo que la enfermedad auto-inmune que sufro tiene su origen en esta separación: es una enfermedad que "seca"... y las emociones humectan, son la vida... Porque ahora me doy cuenta de que este es mi gran aprendizaje... 

Ser íntegra requiere mucho coraje, es más fácil ser inteligente y tener buenas razones para no hacer ni decir lo que está en mi corazón y para no escuchar lo que está en el corazón de aquellos a quienes amo. Esta es la paradoja: soy muy buena para conectarme emocionalmente con mis clientes y con mis estudiantes; me conmuevo honestamente y puedo llegar al corazón de las personas. Esta es mi bendición... Pero el gran reto está en bendecirte a ti mismo, en llevar tus dones a tu casa, a tu pareja, a tus hijos, a las personas con quienes convives y co-protagonisas la vida. 

Vivir "con todo el corazón" -wholeheartedly- es mi anhelo; por eso decidí convertirlo en una intención, o sea, sumarle la voluntad, el compromiso y la acción al anhelo. Contar mi historia y ser dueña de mis decisiones y sus consecuencias es mi primer paso. De esto se trata el Taller de Duelo para mí. 

Pérdidas, fallas, fracasos, historias inconclusas, parálisis, heridas aún abiertas... Contar para comprender, completar, sanar y crear un futuro diferente, a esto te invito. 
Un abrazo desde mi corazón --territorio en exploración--,
​Carolina.