Esa sensación siempre ha estado en mí y, por lo que escucho de muchas y muchos de mis clientes, no soy la única. Cuando un coach y un cliente se encuentran existe un "lugar común" donde nos reconocemos... Para mí, ese lugar es el de ser extrañas criaturas... Y no poder encajar al tiempo que sentir una dolorosa añoranza de pertenecer a una familia, a una comunidad en la que nos re-conozcamos en y con otros.
También ha sucedido que he hecho enormes esfuerzos por encajar, hasta que mi alma se rebela y me lleva de vuelta a la búsqueda del camino, de la manada. Cuando he estado en estas situaciones de "encajamiento forzoso" y mi alma ya no aguanta más, han llegado a mí historias salvadoras; relatos que le dan voz a mi inquietud y a mi anhelo.
El patito feo es una de esas historias; hoy quiero leerla para ti. Quizás encuentres en este cuento "migajas" que te guíen de regreso a casa...
Ah! Estamos en el mes de enamorarnos de nosotras mismas, de nosotros mismos... Sin duda, reconocer a la bella extraña criatura que eres es esencial en esto de amarte.
Un abrazo,
Carolina.