AMAR INCOMODA, SÍ. PERO ¿A QUÉ PARTE DE TI LE INCOMODA?

¿Cómo así que amar incomoda? Visto así no parece tan atractivo, ¿verdad? Pero, ni modo, esa es la realidad. Amar nos incomoda y precisamente por eso es lo mejor que nos puede pasar!!

Relacionarnos amorosamente con otro, implica considerar no sólo mis necesidades, gustos y deseos, sino también los de ese otro (a veces pueden ser los mismos, a veces no...).

El otro es una variable más en la ecuación y ambos necesitamos aprender a conocernos (yo soy el otro en la ecuación de mi pareja) y a saber qué podemos generar juntos. En esto radica la riqueza de la relación.

¿A qué parte de nosotros le incomoda esto? Pues a esa parte nuestra que se resiste a cambiar, a aprender, a dejar de ser centro (o a compartir el centro). A esa parte de nosotros que insiste en que el otro debe adaptarse a nosotros si en verdad nos ama, pero omite la segunda parte de ese razonamiento...

Enamorarse es fácil; amar, no. Podría ser fácil si nos dispusiéramos con entusiasmo a aprender, si estuviéramos dispuestos a reconocer nuestras "zonas grises" frente a nuestra pareja, si quisiéramos y nos comprometiéramos con ello...