Y esto ¿qué tiene que ver con Ana Karenina? Pues que nuestras maneras de relacionarnos, de valorar y de expresar las emociones pueden estar sometidas a la censura social sin que nos demos cuenta. La censura social no es sólo "el castigo", sino la prescripción de lo que está bien o mal: la censura social pone los cauces de nuestro fluir afectivo.
Hoy en Tenemos que hablar... Ciclo Amores de Novela 3. Ana Karenina y la censura social.
¿Cómo te influencia las ideas de otros acerca de cómo deben ser las relaciones o tú en ellas? http://t.co/VtQPxGn7zW pic.twitter.com/roVA6FtXIl
— Carolina Alonso C (@Carolinalonsoc) abril 11, 2015
Gracias por ver, por leer, por reflexionar y por estar dispuest@ a aprender. Gracias también por ayudarme a extender esta conversación invitando a tus amigos a entrar en www.carolinaalonsoc.com
Un abrazo,
Carolina.