Bienvenido a esta cuarta parte de la seria Mujer maravilla 1984. Hoy vamos a conversar acerca de la libertad y como puede ayudarnos a comprender el origen del dolor que hoy nos moviliza.
Este es el tercer episodio de una serie de 4 de la serie Mujer maravilla 1984. En este episodio conversaremos acerca del impacto que tiene en las personas ser tratadas desde un lugar en el que apreciamos su dignidad y que sucede cuando no es así ¿Cuál es el impacto del desprecio, del abuso y de la humillación en las personas y en las comunidades? Acompáñame a descubrirlo.
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En el episodio número 2 de este ciclo de La mujer maravilla 1984, vamos a conversar sobre la creencia en la necesidad de tener más y más. Y como en esta creencia en la que nunca es suficiente está la corrupción, el sufrimiento y la insatisfacción que nos impide disfrutar y agradecer.
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En este primer episodio de un ciclo de 4 sobre la Mujer Maravilla 1984 vamos a explorar el planteamiento sobre La Verdad y el reto que nos plantea aceptarla.Se trata de una reflexión para cada uno de nosotros y, también, a propósito de lo que sucede en el país, sobre este reclamo colectivo a nuestros gobernantes para reconocer la verdad y asumir la responsabilidad por el impacto de sus mentiras.
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La semana pasada me llamó mi hermano, estaba furioso. No conmigo, sino con una situación de la que yo era parte colateral. Mientras lo escuchaba contarme lo que sucedía desde su punto de vista, un recuerdo llegó nítido a mi mente. Se trataba de algo que pasó hace más de 30 años.
Cuando terminó la llamada me quedé un buen rato en el recuerdo; ¿por qué apareció? ¿qué tiene que decirme y cómo está relacionado con esta situación? Es la primera vez que me sucede esto, pero tenía la certeza de que había una conexión significativa con ese fragmento de memoria. Lo único que comprendí entonces fue que ese episodio creó una herida profunda tanto en mi hermano como en toda la familia: fue un punto de giro del relato personal y colectivo. Y que la causa de su rabia actual estaba conectada con aquella herida, por lo visto, aún abierta.
Al día siguiente, usé una inesperada tarde libre para ver la serie Wanda-Visión (disponible en Disney+). Y a través de ese relato pude comprender el sentido del recuerdo y de su "aparición"... Esto es lo que te cuento en nuestro episodio de hoy: En conexión con nuestro poder creador.
Te invito a pensar si está en medio de una ilusión creada desde el dolor, desde el tuyo o el de alguien más. Creo que darnos cuenta del dolor que origina nuestras ilusiones abre la puerta al amor, a la compasión... Y el poder creador del amor deshace las ilusiones...
Un abrazo con mucho cariño,
Carolina.
Acabo de terminar de ver la cuarta temporada de The Crown: temporada en la que aparecen Diana y Margaret Tatcher como parte de la historia de la Reina. El asunto es que noté que terminaba muy cansada luego de cada capítulo. No entendía por qué, la verdad.
Fue en medio de una conversación sobre la serie que me di cuenta de la tensión permanente en cada escena: hay una exigencia doble y contradictoria. Se les pide a todos, aunque aún más a las mujeres, que muestren siempre "buena cara", pero "no tan buena".... Hay un mandato de neutralidad en la expresión. Creo que para mantenerlo hay que hacer mucho, mucho esfuerzo. Yo, como espectadora, hacía ese esfuerzo con los personajes; de ahí mi cansancio.
Podríamos pensar que se trata de un mandato exclusivo para las figuras públicas y para la realeza. Pero no es así. A veces me descubro pensando en cuál es la expresión adecuada para determinadas situaciones... Y sé que no soy la única que quiere afinar ese expresionómetro.
Por otro lado está toda esta tendencia a "mantener una buena actitud" siempre. Implícito en este positivismo está el juicio de que si tenemos problemas o estamos tristes o frustrados es porque no hemos tenido "buena actitud"... Así nos saltamos el asunto de ver de cerca en qué consisten los problemas, por qué estamos tristes o cuál es la causa de la frustración. Como si fueran a desaparecer a punta de buena actitud...
Yo creo que tanto la neutralidad de la expresión como el elogio a la buena actitud nos conducen a la represión y a la sensación de insuficiencia que nos desconectan de nuestras verdaderas emociones y de su mensaje.
En nuestro episodio de esta semana, vamos a ponernos En Conexión con nuestras emociones y con las muchas caras que tenemos y necesitamos mostrar.
Recuerda que no hay aprendizaje sin acción, te invito a hacer la siguiente práctica:
Objetivo: Dejar de hacer esfuerzos para tener siempre buena cara y buena actitud a costa de la verdadera emoción y lo que viene a decirnos.
Paso 1: Date cuenta del esfuerzo. ¿Dónde está tu atención?
Paso 2: Pon la atención en ti. ¿Cómo es la sensación física?
Paso 3: Pon la atención dentro de ti. ¿Cuál es la emoción?
Usa el inventario de emociones que está en el PDF adjunto, tomado de la página de Byron Katie, The Work: https://thework.com/sites/espanol/recursos/
Emotions_and_reactions_list_spanish_A4_04jan2012Paso 4: Pregúntale a la emoción: ¿qué quieres que vea, que comprenda, que reconozca? Pregúntale: si dejo de hacer esfuerzo por no sentirte, ¿cómo quisieras expresarte?
Paso 5: Identifica o crea el contexto seguro para la expresión de tu emoción.
¿Qué reflexiones y qué posibilidades te ha abierto esta práctica? Comparte con nosotros tu reflexión.
Yo no sabía cómo quedarme callada; claro, tampoco sabía cómo decir lo que tenía que decir de tal forma que me escucharan, en lugar de defenderse o atacar. Así fue durante los primeros 30 años de mi vida. Yo incomodaba. Luego me fui callando, me acomodé. Hasta que, literalmente, me vi arrinconada en mi propia vida, a punto de salir de escena... Mutis por el foro. Elegí desacomodarme y volver a incomodar; pero también elegí aprender a hacerlo de tal manera que me escucharan y sin explosiones que dejaran heridos y me dejaran herida.
Recientemente en la Historia, cada vez más mujeres nos hemos vuelto incómodas. Protestamos, denunciamos, exigimos, contamos nuestra versión de los hechos, renunciamos, planificamos, andamos por ahí con la ropa que nos gusta, el corte de pelo que nos antoja, eligiendo con quién y cómo vivimos. Creo que todavía estamos aprendiendo a hacerlo sin los "efectos colaterales" que pueden restarle validez a nuestros actos.
Estamos ubicándonos en el centro del escenario de la Historia que también es nuestra, la Historia que queremos cambiar para evitar que todos salgamos de escena.
Este es un proceso que cada una de nosotras necesita atravesar en su propia vida para, después, ser gestoras y agentes de incomodidad en el mundo. Los dos momentos son importantes: sin haber aprendido a integrar lo que significa generar cambios incómodos y a hacerlo inteligentemente, produciremos incomodidad infructuosa y dolorosa en el mundo.
Hoy estaremos En Conexión con el valor (como valía y valentía) de incomodar. Sin duda necesitamos ponernos en paz con "ser incómodas" y también reconocer la importancia y la urgencia de generar "incomodidad consciente".
Recuerda que no hay aprendizaje sin acción, te invito a hacer la siguiente práctica:
Objetivo: Prestarle atención a aquello que tu incomodidad te está urgiendo a cambiar. Elegir las acciones que pueden generar dicho cambio.
Paso 1: Piensa en una relación y/o una situación en la que "no te halles", en la que sientes que algo talla, aprieta, pica, ahoga, agota, tensa... Y mientras piensas en ella, siente y nombra la forma de la incomodidad, usa una imagen, una metáfora: "Es como si.... estuviera en un lugar frío", "Es como si diera pasos y pasos con mucho esfuerzo sin avanzar", "Se parece a un exprimidor y siento que me está drenando hasta la última gota", etc. Escribe.
Paso 2: Respira. Conéctate con el Espíritu en ti. Pregúntale: ¿Qué necesito ver y comprender en esta relación y en esta situación? ¿Qué me indica esta incomodidad? Respira, escucha. Escribe.
Paso 3: Conéctate con el Espíritu en la otra persona y en el sistema que sostiene la situación. Pregúntale: ¿Qué pasa en ti, qué ves y cómo te sientes? Respira, escucha. Escribe.
Paso 4: Conéctate con el Espíritu y pregunta: ¿Qué necesita cambiar para .... calentar el lugar o salir de él ... avanzar ... recuperar la vida, la energía ... (incluye tu metáfora, la de la otra persona y la del sistema) ? Respira y escucha. Escribe.
Paso 5: Pregunta en conexión: ¿Cuál es el siguiente paso? Escucha, escribe (Si necesitas más detalles sobre cómo dar este paso, pregunta, pide guía).
¿Qué reflexiones y qué posibilidades te ha abierto esta práctica? Comparte con nosotros tu reflexión.
Espero que hayas disfrutado de esta conversación y que sigas En Conexión...
Un abrazo,
Carolina.
El asunto es este: cuando nacimos y nos vistieron de rosado, nos adjuntaron un manual escrito en letra menuda, redactado según las expectativas de aquellos que nos rodeaban. No sólo nuestros parientes, sino un sinnúmero de personas que no nos conocían -ni nos conocen- a quienes podemos agrupar bajo el rótulo "Sociedad".
El manual traía de todo: pautas de acción, modales, uso del lenguaje, actitudes para cada ocasión, vestuario, etc. Y, claro, sanciones y recompensas, tiempos adecuados y fechas de caducidad, relaciones permitidas y prohibidas, emociones de expresión aceptada y otras de expresión vedada, en fin: un sistema completo de roles, funciones e instrucciones detalladas.
Claro, este manual se diseñó con base en el pasado que tenía por objetivo preservar; en una tradición sostenida por una estructura de poder que no podía cuestionarse. Y nosotras, con nuestro mameluco rosado, sin tener voz ni voto en el asunto, aceptamos usar y seguir el dichoso manual.
Los años pasaron y nosotras resultamos desobedientes. En muchos momentos pagamos el precio; en otros, encontramos la satisfacción de romper las reglas y recibimos recompensas no contempladas en el manual: libertad, autenticidad, creatividad, curiosidad, aventura, juego...
Con la madurez, cuando dejamos el rosa y optamos por el rojo o por el negro, aprendimos a leer la letra menuda, empezamos a cuestionar la validez de sus preceptos, dejamos de temer el derrumbe de la estructura, exploramos nuestro poder, empezamos nuevas tradiciones.
Y hallamos la complicidad de tantas otras mujeres desobedientes, encontramos el amor de las amigas, las conversaciones sin juicios, las preguntas para las cuales pudimos ver diversas respuestas, tan diversas como particulares y únicas éramos cada una de nosotras y nuestras historias.
Hemos aprendido a vivir sin manual de instrucciones. Esto es, a veces, más incómodo para quienes nos rodean que para nosotras mismas porque elegimos vivir una vida propia, ser las autoras de nuestro relato. No es fácil, no... pero es, sin duda, mucho más interesante y gozoso.
Se trata de vivir en la plenitud de quienes somos, no en la insuficiencia de lo que quisieran que fuéramos.
Hoy tengo dos regalos para ti... no importa si eres mujer o no.
El cuento Yo, la otra y una invitación a escuchar Coordenadas del Alma.
Yo, la otra
del libro A través de las grietas - Carolina Alonso C.
Ilustración: Laura Gómez
YO-LA-OTRA-Cuento-de-Carolina-Alonso-C.Espero que los disfrutes y los compartas.
Un abrazo,
Carolina.
Ayer estaba conversando con mis alumnos sobre las emociones. Para comprender cómo se va "organizando" nuestra mente y por qué las emociones son las que nos "mueven", vimos el comienzo de la película "Intensamente" (Inside out).
En la película, el Miedo aparece tarde en escena, cuando la niña ya tiene en su mente un inventario de peligros, cuando puede pensar en "el futuro".
Mmmmmm, interesante. ¿Es realmente una emoción primaria? ¿En verdad necesitamos el miedo para protegernos? ¿Qué hace en nosotros? ¿Por qué nos referimos a él con eufemismos como "estrés" o "tensión"?
¿Qué pasaría si, tras una honesta evaluación, le quitáramos esa función de "protector" y lo despidiéramos porque no le encontramos otra función?
Este es el comienzo de una reflexión... Estoy haciéndome la preguntas. Creo que es un tema sobre el cual, sin duda, Tenemos que hablar...
Los pasos:
Libros recomendados: Miedo Líquido, Zygmunt Bauman. Amar lo que es, Byron Katie y https://thework.com/sites/espanol/
Espero que esta conversación active y alimente tu curiosidad; esta es la ruta para crear la vida y el mundo que anhelas.
Gracias por compartir. Un abrazo grande,
Carolina.
Al comienzo de la cuarentena, comencé a entrar con frecuencia a mi cuenta de Twitter; un espacio en el que las personas ponen sus "opiniones". Wow, qué cantidad de opiniones... Después de 2 semanas comencé a "dejar de seguir" a muchas de ellas.
Efectivamente, esas redes lo son. Es decir, son tejidos de palabras en los que podemos quedar atrapados. Y muchas de esas palabras carecen de propósito, algunas tienen el propósito de generar rabia o miedo.
Claro, también hay muchas personas que quieren crear conexión, aprendizaje, reflexión, entretenimiento informado... A esas, continuaré siguiéndolas. Esto no sucede sólo con las "redes", pasa igual con las distintas conversaciones que tenemos al día, con los programas que vemos, los libros o los medios de información que leemos.
Hoy, en medio de este mundo en el que todo se siente tan frágil, veo que las palabras y las historias están surgiendo por igual tanto para acrecentar el miedo y la separación, como para crear conexión y esperanza desde el amor.
¿A qué palabras, a qué historias les estás dando tu atención? Esta pregunta es equivalente a esta: ¿Qué mundos estás eligiendo crear y habitar?
Y las inevitables preguntas siguientes: ¿Quieres elegir otro? ¿Quieres saber cómo hacerlo? De eso Tenemos que hablar...
Los pasos...
Espero que esta reflexión alimente tu curiosidad y que me cuentes qué ves en ti y en tu vida, qué te pasó al poner en práctica los pasos...
Gracias por compartir esta conversación. Un abrazo,
Carolina.