Como ando en la misión consciente de enamorarme de mí... Hago esto del café, de disfrutar el aroma de mi hijo, de contrastar la diferencia entre mi piel fría y las cobijas todavía tibias con absoluta conciencia del valor que tienen estos pequeños detalles cuando se trata de con-sentir-me.
¿Qué significa para mí ser consentida? Hasta hace poco, "consentida" era sinónimo de "malcriada o caprichosa". Por lo tanto, era un calificativo que no me gustaba para mí... Sin embargo, he descubierto que sí soy consentida y me encanta serlo. Me gusta que me acaricien, que me sorprendan con pequeños regalos, que me pregunten "¿Qué quieres?" una y otra vez. Y dado que soy consentida, pues estoy aplicada a con-sentir-me.
Eso implica que me abrazo, me acaricio la cara mientras leo, me sorprendo con pequeños regalos y me pregunto con frecuencia qué quiero... Y me encanta!!!
Creo, además, que si nos damos altas dosis de consentimiento, estaremos menos "necesitadas" o "necesitados" del consentimiento de las parejas o de los hijos!! Además, sabremos pedir el tipo de consentimiento que nos gusta y les ayudaremos a los otros a querernos como queremos que nos quieran.
Te invito a explorar con amorosa curiosidad lo que piensas sobre el "consentimiento" y si, como yo, lo ves como algo negativo, le des una vuelta a esa idea... Enamórate de ti y consiéntete!! Aprovecha estos días de pausa en la cotidianidad para descubrir lo que te hace sonreír...
Un abrazo,
Carolina.