EL VALOR DE INCOMODAR

Carolina Alonso C.

Yo no sabía cómo quedarme callada; claro, tampoco sabía cómo decir lo que tenía que decir de tal forma que me escucharan, en lugar de defenderse o atacar. Así fue durante los primeros 30 años de mi vida. Yo incomodaba. Luego me fui callando, me acomodé. Hasta que, literalmente, me vi arrinconada en mi propia vida, a punto de salir de escena... Mutis por el foro. Elegí desacomodarme y volver a incomodar; pero también elegí aprender a hacerlo de tal manera que me escucharan y sin explosiones que dejaran heridos y me dejaran herida.

Recientemente en la Historia, cada vez más mujeres nos hemos vuelto incómodas. Protestamos, denunciamos, exigimos, contamos nuestra versión de los hechos, renunciamos, planificamos, andamos por ahí con la ropa que nos gusta, el corte de pelo que nos antoja, eligiendo con quién y cómo vivimos. Creo que todavía estamos aprendiendo a hacerlo sin los "efectos colaterales" que pueden restarle validez a nuestros actos. 

Estamos ubicándonos en el centro del escenario de la Historia que también es nuestra, la Historia que queremos cambiar para evitar que todos salgamos de escena. 

Este es un proceso que cada una de nosotras necesita atravesar en su propia vida para, después, ser gestoras y agentes de incomodidad en el mundo. Los dos momentos son importantes: sin haber aprendido a integrar lo que significa generar cambios incómodos y a hacerlo inteligentemente, produciremos incomodidad infructuosa y dolorosa en el mundo.  

Hoy estaremos En Conexión con el valor (como valía y valentía) de incomodar. Sin duda necesitamos ponernos en paz con "ser incómodas" y también reconocer la importancia y la urgencia de generar "incomodidad consciente".

El VALOR DE INCOMODAR PARTE 1
El VALOR DE INCOMODAR PARTE 2 / PRÁCTICA

Recuerda que no hay aprendizaje sin acción, te invito a hacer la siguiente práctica:

Objetivo: Prestarle atención a aquello que tu incomodidad te está urgiendo a cambiar. Elegir las acciones que pueden generar dicho cambio.

Paso 1: Piensa en una relación y/o una situación en la que "no te halles", en la que sientes que algo talla, aprieta, pica, ahoga, agota, tensa... Y mientras piensas en ella, siente y nombra la forma de la incomodidad, usa una imagen, una metáfora: "Es como si.... estuviera en un lugar frío", "Es como si diera pasos y pasos con mucho esfuerzo sin avanzar", "Se parece a un exprimidor y siento que me está drenando hasta la última gota", etc. Escribe.

Paso 2: Respira. Conéctate con el Espíritu en ti. Pregúntale: ¿Qué necesito ver y comprender en esta relación y en esta situación? ¿Qué me indica esta incomodidad? Respira, escucha. Escribe.

Paso 3: Conéctate con el Espíritu en la otra persona y en el sistema que sostiene la situación. Pregúntale: ¿Qué pasa en ti, qué ves y cómo te sientes? Respira, escucha. Escribe.

Paso 4: Conéctate con el Espíritu y pregunta: ¿Qué necesita cambiar para .... calentar el lugar o salir de él ... avanzar ... recuperar la vida, la energía ... (incluye tu metáfora, la de la otra persona y la del sistema) ? Respira y escucha. Escribe.

Paso 5: Pregunta en conexión: ¿Cuál es el siguiente paso? Escucha, escribe (Si necesitas más detalles sobre cómo dar este paso, pregunta, pide guía).

¿Qué reflexiones y qué posibilidades te ha abierto esta práctica? Comparte con nosotros tu reflexión.

Espero que hayas disfrutado de esta conversación y que sigas En Conexión...

Un abrazo,

Carolina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe, Aprende, Comparte

Conecta comigo

recibe mis publicaciones vía e-mail

© 2020 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS – CAROLINA ALONSO C.

Libros

Escríbeme

Podcast

Suscríbete