Ayer estaba conversando con mis alumnos sobre las emociones. Para comprender cómo se va "organizando" nuestra mente y por qué las emociones son las que nos "mueven", vimos el comienzo de la película "Intensamente" (Inside out).
En la película, el Miedo aparece tarde en escena, cuando la niña ya tiene en su mente un inventario de peligros, cuando puede pensar en "el futuro".
Mmmmmm, interesante. ¿Es realmente una emoción primaria? ¿En verdad necesitamos el miedo para protegernos? ¿Qué hace en nosotros? ¿Por qué nos referimos a él con eufemismos como "estrés" o "tensión"?
¿Qué pasaría si, tras una honesta evaluación, le quitáramos esa función de "protector" y lo despidiéramos porque no le encontramos otra función?
Este es el comienzo de una reflexión... Estoy haciéndome la preguntas. Creo que es un tema sobre el cual, sin duda, Tenemos que hablar...
Los pasos:
Libros recomendados: Miedo Líquido, Zygmunt Bauman. Amar lo que es, Byron Katie y https://thework.com/sites/espanol/
Espero que esta conversación active y alimente tu curiosidad; esta es la ruta para crear la vida y el mundo que anhelas.
Gracias por compartir. Un abrazo grande,
Carolina.
Tal vez sería adecuado distinguir entre: miedo (reconocimiento emocional de que existe un posible riesgo), temor (cuidado o prevención de actuar no adecuadamente ante una situación determinada), y ansiedad (anticipación de riesgos no presentes que paralizan). Así, estarías hablando de lo que la psicología denomina ansiedad como una pauta emocional disfuncional. Pero el miedo ante la percepción de situaciones de riesgo tanto presentes como futuras es necesario para la madurez psicológica y para el desarrollo cultural. Para la madurez psicológica pues nos permite como individuos renunciar a satisfacciones presentes por logros futuros. Y al desarrollo cultural pues nos permite como colectivo construir instituciones de protección social. De su parte el temor como sentimiento de inadecuación o incapacidad de dar u ofrecer la respuesta o acción correcta, es la base de lo "reverencial" (ver libro de kierkegaard "Temor y Temblor"). Por eso, lo "santo" se manifiesta como "tremendus" pues lo "sagrado" produce "temor" de actuar en forma profana o sacrílega al "contaminar" la pureza de lo santo. Un individuo incapaz de sentir temor es también incapaz de sentir reverencia ante lo sagrado; reverencia que implica temblor corporal real y no simbólico... (aunque yo sé que estás cuestiones místicas son muy mal entendidas por nuestra sociedad que ha profanizado todo al olvidar el lugar de lo sagrado).